Qué es la Quiropráctica
La palabra «quiropráctica» viene del griego «praxis» que significa “práctica o tratamiento”, y «cheir» que significa “mano o con la mano”. Es decir tratamiento con la mano: tratamiento manual.
Es de suma importancia decir que esta es una técnica sanitaria en algunos países en donde está regulada y legalizada por sus correspondientes ministerios de sanidad y de educación. En estos países en donde es reconocida ocupa el segundo o tercer lugar de la atención primaria después de la medicina y la odontología (basándose en el uso por pacientes).
Desafortunadamente en España aún estamos camino de ello, por lo que en nuestro país esta técnica está englobada dentro del ámbito de la medicina complementaria, técnicas parasanitarias o alternativas.
Siendo así, la verdadera quiropráctica se ocupa de restablecer el buen funcionamiento de todos los componentes de la columna vertebral (en su totalidad) vértebras y de sus raíces nerviosas, ocupándose así del diagnóstico, tratamiento y prevención de todo el sistema músculo – esquelético y del correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Esta valiosa técnica se basa en la idea de que el organismo tiene la capacidad de auto-regenerarse, es así como lo avala hoy día las investigaciones científicas al respecto hablando de la homeostasis orgánica que está regida por el sistema neuroendocrino.
Su fundador el David Palmer, comprobó en si mismo después de un accidente que al movilizar una vértebra que estaba desplazada, como recuperaba el sentido de la audición. En investigaciones posteriores se vio como el correcto funcionamiento de la estructura: columna vertebral – médula espinal y sus nervios salientes de ella, actúan en sinergia para cumplir con las diferentes funciones orgánicas e incluso metabólicas del cuerpo humano.
Por todo esto se establece tres principios básicos de la Quiropráctica:
El cuerpo humano tiene su propia capacidad regenerativa
Las estructuras: columna vertebral y medula espinal (nervios periféricos) tienen una función sinérgica
El objetivo fundamental y esencial de la Quiropráctica es normalizar esta función.
Así la Quiropráctica es la ciencia que estudia, valora y corrige los problemas biomecánicos – estructurales de la columna vertebral, y de cómo estos pueden o llegan a afectar al buen funcionamiento del sistema nervioso y a la salud y el bienestar en general.
El terapeuta quiropráctico trata de corregir, mediante precisos, suaves y exactos ajustes vertebrales, estos desplazamientos de las vértebras o entre ellas (subluxación vertebral) trabajando con la columna en su totalidad, corrigiendo su posición (vertebra a vertebra o en su conjunto), restituyendo su capacidad de movilidad y evitando la irritación o compresión del sistema nervioso que tiene salida por sus agujeros intervertebrales.
La subluxación quiropráctica o complejo de subluxación vertebral es un conjunto de cambios funcionales, estructurales, o incluso patológicos, que comprometen la función del sistema nervioso (nervios periféricos – médula espinal), pudiendo influir en la normal actividad de otros sistemas del organismo (ya que son inervados por estos mismos)y, en consecuencia, en la salud y bienestar del individuo.
El sistema nervioso está compuesto por el sistema central y periférico que a fin de cuentas es nuestro procesador informático de todas las funciones metabólicas y orgánicas del cuerpo humano, es así como estos están duramente protegidos por el cráneo, el cerebro y la columna vertebral, su continuación o prolongación, la médula espinal. Al ser el sistema nervioso el que controla, regula y rige todas las funciones orgánicas, este complejo de entre tramado de nervios actúa en sinergia con sus estructuras protectoras.
A su vez estos nervios salientes de la médula espinal enervan los diferentes órganos y estructuras de tejidos de todo el cuerpo humano: órganos y vísceras.
Es por todo esto que el correcto funcionamiento y fluidez de la información nerviosa a través de los nervios conlleva a que todo el sistema orgánico funcione con total normalidad y eficacia.
Aquí es en donde actúa un quiropráctico, devolviendo la funcionalidad de estas estructuras cuando se encuentra en mal funcionamiento, ajustando eficazmente y reorganizando las vértebras para que la salida de los nervios de la médula espinal y por consiguiente de los agujeros intervertebrales, no encuentren interferencia alguna en la conducción de la información nerviosa correspondiente. Este proceso se enfatiza a través del sistema nervioso por su inteligencia innata del propio organismo, su vitalidad y su capacidad de recuperación y regeneración.
El reajuste quiropráctico (realizado por especialistas en esta área) es totalmente inocuo, fácil, conservador y carece totalmente de los efectos secundarios que suelen ir asociados con todos los medicamentos (farmacológicos), incluso con aquellos que aparentemente son más leves, porque lejos de interferir como estos con el funcionamiento natural y fluido del cuerpo, busca realmente su restablecimiento orgánico natural.
El terapeuta quiropráctico para realizar este reajuste, dispone de una amplísima gama de métodos y de herramientas, (algunos consisten en un levísimo toque sobre un punto específico y clave, otros en una lenta y leve presión sobre las diferentes articulaciones que generan las molestias, incluso puede ir acompañada por un ligero sonido, trust o crujidos, cuando la vértebra recupera su movilidad).
El terapeuta por lo general utiliza unas camillas específicas para la práctica de esta disciplina, también puede realizar el reajuste en distintas posturas en el cual pone a la persona, además de utilizar la respiración (inspiración – espiración) o distintos movimientos de vaivén de tu cuerpo para favorecer su integración vertebral – nervio, algunas veces puede llegar a actuar tanto sobre la columna vertebral y cráneo como sobre otras zonas del cuerpo según sea necesario.